Cloro y cloruros
El cloro en agua reacciona
fácilmente con las sustancias nitrogenadas para producir mono-, di- y
triaminas, N-cloraminas y N-cloramidas y otros compuestos N-clorados (conocidos
en conjunto como cloro disponible combinado). Tanto las formas de cloro libre
como las de cloro combinado participan en diversas reacciones con compuestos
orgánicos para generar productos clorados. El cloro que permanece en agua
después de un tratamiento se denomina cloro residual. El conjunto de cloro
libre y cloro combinado se nombra como cloro residual total (TRC total residual
chlorine). La medida de TRC se considera suficiente para definir la toxicidad
sobre los organismos acuáticos de agua dulce.
El ión cloruro se encuentra
ampliamente distribuido en el medio ambiente, generalmente en forma de cloruro
sódico, potásico o cálcico. El gran inconveniente de los cloruros es el sabor
desagradable que comunican al agua. Son también susceptibles de ocasionar una corrosión
en las canalizaciones y en los depósitos, en particular para los elementos de
acero inoxidable.
Fluoruros
La mayoría de los fluoruros
asociados con cationes monovalentes son solubles en agua, pero aquellos
formados con cationes divalentes son normalmente insolubles. El principio de la
determinación se basa en el efecto blanqueador del ion fluoruro en un color
previamente formado por la acción entre el ion circonio y el colorante
alizarina. La acción decolorante es directamente proporcional a la
concentración del ion fluoruro
Sulfatos
El ión sulfato (SO42−)
es la forma oxidada estable del azufre, siendo muy soluble en agua. Sin
embargo, los sulfatos de plomo, bario y estroncio son insolubles. El sulfato
disuelto puede ser reducido a sulfito y volatilizado a la atmósfera como H2S,
precipitado como sales insolubles o incorporado a organismos vivos.
Se determinan por métodos
gravimétricos y turbidimétrico para concentraciones mayores a 10 mg /l se considera que el método gravimétrico de
calcinación es el más exacto. El método turbidimetrico es recomendable para
niveles por debajo de los10 mg/l.
El método gravimétrico se basa en
que el ion sulfato tiende a precipitar en un medio de ácido clorhídrico, como
sulfato de bario por la adición de cloruro de bario. La precipitación se
verifica a un punto cercano a la ebullición, y después de un periodo de
digestión del precipitado se filtra, se lava con agua hasta que quede libre de
cloruros, se calcina o seca y se pesa como sulfato de bario.
El método turbidimetrico se basa
en que el ion sulfato se precipita con cloruro de bario, en un medio de HCl, en
condiciones que permitan la formación de cristales de sulfato de bario de
tamaño uniforme. Se mide la absorbancia de la suspensión de sulfato de bario
por medio de un turbidimetro y luego se determina la concentración del ion
sulfato por comparación de la lectura con la curva de calibración preparada a
partir de la solución patrón.
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